La industria textil es conocida por su alta demanda de agua en sus procesos de producción. Esta demanda excesiva de agua se debe a una serie de factores que abarcan desde el cultivo de materias primas hasta el procesamiento y acabado de los productos textiles.
En primer lugar, el cultivo de fibras naturales, como el algodón, el lino y el cáñamo, requiere grandes cantidades de agua. Estas plantas necesitan ser regadas regularmente para crecer adecuadamente y producir fibras de calidad. Por ejemplo, el algodón, una de las fibras más comunes en la industria textil, es una planta que consume una cantidad significativa de agua durante su ciclo de crecimiento. Este aspecto agrícola del proceso textil ya representa una considerable huella hídrica en la cadena de producción.
Una vez cosechadas, las fibras naturales deben someterse a diversos procesos para convertirlas en tela utilizable. Estos procesos incluyen el lavado, el blanqueo, el teñido y el acabado. Cada uno de estos pasos requiere cantidades sustanciales de agua.
Otro aspecto a considerar es el control de la humedad durante ciertas etapas del proceso de producción, como el hilado y el tejido. La humedad adecuada es fundamental para garantizar la calidad y la integridad de los productos textiles.
Por último, pero no menos importante, la industria textil genera grandes cantidades de aguas residuales que deben ser tratadas antes de ser liberadas en el medio ambiente. El tratamiento de estos residuos también requiere recursos hídricos adicionales.
En línea con este compromiso con la sostenibilidad, Acqua Fontana se preocupa por mostrar realidades que nos permitan desarrollar estilos de vida más amables con el ambiente y la industria que generamos.