El agua es un ingrediente esencial en la cocina, aunque muchas veces pase desapercibida. Se usa en la preparación de caldos, salsas, bebidas y hasta en la cocción de alimentos. Sin embargo, la calidad del agua filtrada influye directamente en el sabor de cada plato. Por eso, la filtración del agua no solo es clave para la salud, sino también para potenciar los sabores y la pureza de los ingredientes en la gastronomía.
El agua como base del sabor
El agua es un disolvente natural, lo que significa que puede arrastrar impurezas y minerales que alteran su composición y su sabor. Un agua sin tratamiento puede contener cloro, sedimentos o metales pesados que afectan la percepción del gusto en los alimentos y bebidas. En cambio, el agua filtrada elimina estos elementos no deseados, permitiendo que los ingredientes mantengan su sabor auténtico y balanceado.
Café y té: la importancia de un agua filtrada
Las bebidas como el café y el té son altamente sensibles a la calidad del agua. Si el agua contiene cloro o exceso de minerales, puede modificar los aromas y generar sabores amargos o metálicos. Al usar agua filtrada, se consigue una extracción más equilibrada de los compuestos aromáticos del café y del té, realzando su sabor y suavidad.
Caldos y sopas con mejor textura y sabor
El agua es la base de caldos y sopas, por lo que su pureza influye en el resultado final. El agua de nuestros grifos puede alterar el equilibrio de los ingredientes y afectar la claridad del caldo. Con agua filtrada, los sabores se mantienen puros, permitiendo que las hierbas y especias se integren de manera armoniosa sin interferencias de químicos o residuos.
Masa y panadería: una mejor fermentación
En la panadería y repostería, la calidad del agua afecta la fermentación de las masas. El cloro presente en el agua del grifo puede interferir en la acción de las levaduras y dificultar el crecimiento del pan. Usar agua filtrada permite una fermentación más natural, logrando una mejor textura, volumen y sabor en panes, pasteles y otras preparaciones horneadas.
Hielo cristalino para bebidas perfectas
El agua filtrada también es clave en la preparación de bebidas frías. Un hielo hecho con agua sin procesar puede añadir impurezas y sabores no deseados a cócteles, jugos y refrescos. Con agua filtrada, el hielo es más cristalino y limpio, asegurando que las bebidas conserven su sabor original sin alteraciones.
Para Acqua Fontana es una prioridad poder ofrecerte ambos panoramas informativos en relación al agua filtrada y otras que son simplemente tomadas del grifo; nos preocupamos por tu salud y absoluto bienestar.